Claudia Sheinbaum irrumpe en la escena global: México en el G7 con voz propia
- Grupo Interactivo TV
- 16 jun
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Kananaskis, Canadá, 16 de junio de 2025.- Por primera vez en la historia, una presidenta mexicana participa en la Cumbre del G7, y lo hace con un discurso firme, una agenda clara y un estilo que rompe moldes. Claudia Sheinbaum, invitada especial por el anfitrión Mark Carney, primer ministro canadiense, llevó a este foro de potencias mundiales el rostro de un México que exige respeto, cooperación y justicia para sus ciudadanos, dentro y fuera del país.

Desde su llegada, la mandataria ha llamado la atención no solo por ser la única mujer del continente americano entre los líderes presentes, sino por su forma austera de ejercer el poder: vuelos comerciales, equipo técnico mínimo y una narrativa que privilegia el diálogo frente al protagonismo.

Cara a cara con Trump: encuentro de posturas contrastantes
Uno de los momentos más esperados de esta cumbre es su primer encuentro bilateral con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras su regreso a la Casa Blanca. A diferencia de su antecesor, Sheinbaum asiste con una prioridad clara: la defensa de los derechos de los mexicanos en EE.UU. frente a nuevas políticas migratorias restrictivas y amenazas de aranceles a las remesas.

En esta reunión se espera abordar también temas como el control fronterizo, la seguridad regional y la revisión del T-MEC, además de expresar su rechazo a la intención del gobierno estadounidense de gravar con un 3.5% las remesas enviadas por migrantes.
Un México firme ante el mundo
La invitación de Sheinbaum al G7 —extendida a finales de mayo— refleja el creciente interés internacional por la postura mexicana en temas clave como la transición energética, el combate a la desigualdad y la migración. Junto a líderes como Lula da Silva (Brasil), Narendra Modi (India) y Volodímir Zelenski (Ucrania), Sheinbaum representa la voz del sur global ante una cumbre fragmentada por tensiones geopolíticas, como el conflicto entre Israel e Irán o la guerra en Ucrania.
Una mujer entre gigantes
En un foro históricamente dominado por hombres, la presencia de Claudia Sheinbaum marca un hito. Lejos de la retórica triunfalista, su estilo sobrio y técnico refuerza la imagen de una mandataria preparada, coherente y con capacidad de interlocución al más alto nivel.
“El G7 es una oportunidad para tender puentes, no para escalar diferencias”, habría señalado en conversación privada con diplomáticos latinoamericanos.
Balance preliminar: presencia con peso
Aunque la cumbre aún no concluye, analistas ya coinciden en que México ha sabido posicionarse con inteligencia y moderación. La postura de Sheinbaum se distancia tanto del aislacionismo como de la sumisión: busca cooperación, pero con condiciones que respeten la soberanía nacional y los derechos humanos.
Una imagen vale por mil palabras
Más allá de los discursos, hay símbolos que hablan por sí solos: la presidenta mexicana subiendo a un vuelo comercial rumbo a Canadá, sin escoltas excesivos ni reflectores innecesarios. O el gesto de compartir un café con jóvenes mexicanos residentes en Ottawa antes de asistir a la cumbre. En tiempos de hiperliderazgos y tensiones globales, ese tipo de gestos también construyen diplomacia.


















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