Aparece muerto en su celda Martín Medina Sonda, autor intelectual del feminicidio de Ema Gabriela Molina Canto

Tabasco– Martín Alberto Medina Sonda, empresario y autor intelectual del feminicidio de Ema Gabriela Molina Canto, fue hallado sin vida la madrugada de este lunes al interior de su celda en un penal de Tabasco. La noticia revive uno de los casos más estremecedores de violencia de género ocurridos en Yucatán y en el país.

Medina Sonda cumplía una condena de 50 años de prisión por feminicidio agravado, además de una sentencia anterior por lavado de dinero. Hasta el momento, las autoridades penitenciarias no han emitido una versión oficial sobre las causas de su fallecimiento ni sobre las condiciones de su vigilancia, a pesar de tratarse de un reo de alto perfil.

De manera extraoficial, trascendió que fue encontrado sin signos vitales en su celda, sin que se hayan esclarecido las circunstancias de su muerte. Esta situación vuelve a poner en el centro del debate las fallas del sistema penitenciario mexicano, especialmente en lo relativo al resguardo de internos vinculados a delitos de alto impacto.

En septiembre de 2019, Medina Sonda fue hallado culpable de planear y financiar el asesinato de su exesposa, Ema Gabriela Molina Canto, quien fue atacada brutalmente frente a su domicilio en Mérida, Yucatán, mientras sus hijos presenciaban el crimen. El caso generó indignación nacional y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia feminicida en el país.

Además de Medina Sonda, fueron condenados por este crimen Juan Ramón Moreno Hernández, alias “El Cachorro”, quien habría contratado a los sicarios, y los tabasqueños Jonathan Mezquita Ávalos y Óscar López Tovilla, quienes ejecutaron el asesinato por un pago de 60 mil pesos cada uno.

La madre de la víctima, Ligia Teresita Canto Lugo, se convirtió en una voz incansable en la exigencia de justicia para su hija y para todas las mujeres víctimas de feminicidio en México.

Hoy, con la muerte repentina de Medina Sonda, resurgen preguntas clave: ¿Se trató de un suicidio, un acto de negligencia o un posible ajuste de cuentas? El silencio de las autoridades penitenciarias solo incrementa la incertidumbre y vuelve a exhibir la fragilidad del sistema judicial y carcelario en el país.