Texas alista la inyección letal para un reo hispano que estranguló, apuñaló y quemó a una mujer en 2004
- Grupo Interactivo TV
- 23 abr
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Texas, U.S.A., 23 de abril de 2025.- Un reo hispano de Texas se alista este miércoles para ser ejecutado con la inyección letal por el asesinato de una joven madre a la que estranguló, apuñaló y quemó hace más de 20 años.

Moisés Sandoval Mendoza fue condenado por el asesinato en marzo de 2004 de Rachelle O’Neil Tolleson, quien tenía 20 años. Mendoza recogió a la joven en su casa de Farmersville, dejando sola a su hija de 6 meses, según la Fiscalía. Al día siguiente, la madre de Tolleson encontró a la niña mojada y con frío pero a salvo. El cadáver de la mujer fue hallado seis días después cerca de un arroyo.
Está previsto que Mendoza, de 41 años, reciba la inyección letal este miércoles por la noche en la penitenciaría estatal de Huntsville.
Las pruebas en el caso contra Mendoza demostraron que también quemó el cuerpo de Tolleson para ocultar sus huellas dactilares. Se usaron registros dentales para identificarla, según los investigadores.
Los abogados de Mendoza han pedido a la Corte Suprema que detenga la ejecución, después de que tribunales inferiores rechazaran sus peticiones de suspensión. La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas denegó el lunes la petición de Mendoza de conmutar su pena de muerte por un castigo menor.
En su petición ante la Corte Suprema, los abogados de Mendoza afirmaron que los tribunales inferiores le impidieron alegar que se le había denegado asistencia legal efectiva en una fase anterior del proceso de apelación.
Los abogados de Mendoza indicaron que un abogado de apelaciones anterior, así como su litigante, no impugnaron el testimonio clave de un oficial de detención, Robert Hinton. Ese testimonio fue utilizado por los fiscales para persuadir a los miembros del jurado de que Mendoza sería un peligro para la sociedad, un elemento legal necesario para impartir la sentencia de muerte en Texas.

Los abogados de Mendoza afirmaron que el agente, que trabajaba en la cárcel del condado donde el recluso estaba preso tras su detención, mintió al testificar que Mendoza había iniciado una pelea con otro reo. Los abogados de Mendoza dijeron que el otro preso había aseverado luego en una declaración jurada que creía que los funcionarios de detención querían que él iniciara la pelea, y que más tarde fue recompensado por ello.
“No hay duda de que el jurado estaba escuchando. Durante sus deliberaciones, el jurado preguntó específicamente sobre los ‘actos criminales de Mendoza mientras estuvo en la cárcel’, incluyendo la ‘agresión a otro recluso’”, añadieron los abogados de Mendoza en su petición a la Corte Suprema. “Como demuestran las notas del jurado, existe una probabilidad razonable de que el error del abogado del juicio al no investigar el testimonio de Hinton afectara su resultado”.
Pero la Fiscalía General de Texas dijo a la Corte Suprema que la reclamación de Mendoza de que hubo un mal trabajo del abogado ya ha sido declarada por un tribunal federal inferior como “sin mérito e insustancial”.
Incluso, si se eliminara el testimonio del oficial de detención, el jurado escuchó pruebas sustanciales sobre la peligrosidad de Mendoza y su largo historial de violencia, especialmente contra las mujeres, incluida la agresión física a su madre y a su hermana y la agresión sexual a una menor de 14 años, según la oficina del fiscal general.
“Por último, dado el retraso extremo en este caso que sucedió hace dos décadas, el interés público pesa mucho en contra de una suspensión. El Estado y las víctimas de delitos tienen un ‘poderoso y legítimo interés en castigar a los culpables’”, agregó la Fiscalía en su petición.

Las autoridades señalaron que, en los días anteriores al asesinato, Mendoza había asistido a una fiesta en la casa de Tolleson en Farmersville, a unas 45 millas al noreste de Dallas. El día en que se encontró su cadáver, Mendoza le contó a un amigo sobre el asesinato. Ese amigo llamó a la policía y Mendoza fue aprehendido.
Mendoza confesó a la policía, pero no pudo dar una razón para sus acciones, dijeron las autoridades. El imputado aseguró que estranguló a Tolleson, la agredió sexualmente y arrastró su cuerpo hasta un terreno, donde la estranguló de nuevo y la apuñaló en la garganta. Luego llevó el cadáver a un lugar más alejado y lo quemó.
Si se lleva a cabo la ejecución, Mendoza sería el tercer recluso condenado a muerte este año en Texas, el estado donde más penas capitales se ejecutan en el país, y el decimotercero en Estados Unidos.










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