Sin Papa, por ahora: Humo negro se eleva desde la Capilla Sixtina tras primer día de cónclave
- Grupo Interactivo TV
- hace 7 días
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Ciudad del Vaticano, 7 de mayo de 2025. —Una densa columna de humo negro emergió esta tarde de la chimenea instalada sobre la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que aún no se ha alcanzado consenso entre los cardenales electores para nombrar al sucesor de San Pedro. El mundo entero, expectante, deberá esperar al menos un día más.

Desde tempranas horas de la mañana, el Vaticano vivió una jornada marcada por el rito, el simbolismo y la solemnidad. La Capilla Sixtina, epicentro espiritual y artístico del catolicismo, fue preparada meticulosamente para albergar el Cónclave. Se instalaron los sistemas de calefacción de papeletas, la estufa doble que permitirá comunicar al mundo el resultado de cada votación —ya sea con humo blanco o negro—, y se revisaron hasta los últimos detalles de seguridad y confidencialidad.

A media mañana, los 133 cardenales electores, procedentes de todos los rincones del planeta, caminaron en procesión hacia la capilla entonando el himno Veni Creator Spiritus, invocando la guía del Espíritu Santo. Tras el solemne juramento de mantener el secreto de todo lo ocurrido dentro del Cónclave, la frase tradicional “Extra omnes” —“todos fuera”— fue pronunciada, marcando el cierre oficial de las puertas y el inicio de las deliberaciones.
Durante el día, los cardenales participaron en las primeras rondas de votación, bajo el fresco juicio de la oración y el debate silencioso. Sin embargo, ninguna de las papeletas arrojadas al horno secreto alcanzó la mayoría necesaria de dos tercios para designar al nuevo Pontífice.
Con la caída de la tarde y la aparición del humo negro, la Capilla Sixtina volvió a cerrarse en el más absoluto silencio. Los cardenales se retiraron discretamente a la Casa de Santa Marta, su residencia provisional durante este proceso, para descansar y prepararse espiritualmente para una nueva jornada de votaciones el día de mañana.
El mundo mira hacia Roma, con esperanza y paciencia, mientras la Iglesia Católica se encamina hacia la elección de su nuevo guía.

Aunque la jornada concluyó sin una decisión definitiva, el mundo mantiene la mirada puesta en la Capilla Sixtina, donde la historia está a punto de escribirse una vez más. Los 133 cardenales electores se han retirado a la Casa Santa Marta, donde pasarán la noche en recogimiento y oración, listos para reanudar el cónclave este martes a primera hora.
Conforme avancen las votaciones, se espera que en las próximas horas —o días— el humo blanco se eleve sobre los tejados vaticanos, anunciando al mundo que el sucesor de Pedro ha sido elegido. Hasta entonces, Roma aguarda, entre campanas silenciadas y ojos al cielo.
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