Sábado 20 de Junio del 2020
Los hermanos de José Antonio fueron resguardados por el DIF municipal
El presunto asesino fue vinculado a proceso por un juez de la fiscalía
Con muestras de cariño despiden a José Antonio
José Antonio, el niño de 10 años que fue asesinado en Acayucan, fue despedido con muestras de cariño, arreglos florales y música, el día 19 de Junio, descansa en una tumba en el panteón municipal.
Dolores, madre del menor, colocó algunas pertenecías del pequeño dentro del féretro, entre ellas: libretas; que no ocupaba al haber dejado la escuela el año pasado, y juguetes; que utilizaba a veces con sus amigos en sus ratos libres antes de ir a trabajar.
El cortejo fúnebre inició en la colonia Fénix, no hubo misa de cuerpo presente, debido a la contingencia del Covid 19.
Pocas personas llegaron a acompañar a la familia, mientras la carroza pasaba por las calles de Acayucan, la gente salía a despedir al pequeño, víctima de la delincuencia en el país.
En el camino, el mariachi «Rafael de Silva Balderas», comenzó a acompañar al menor, y con sus canciones tocaba las sensibles fibras del corazón de los que escuchaban las melodías.
El asesinato de Toñito se pudo haber evitado
Mientras el cuerpo del pequeño era colocado en la plancha mortuoria, Monse, su hermana de 11 años de edad, lloraba inconsolable, «¡hermanito, hermanito!», se lanzó encima del ataúd, deseando que José Antonio le respondiera.
Su compañero de aventuras y tristezas está muerto y este será el último recuerdo que Monse tendrá en su memoria.
Como hermana mayor, Monse intentó proteger a José Antonio, pero ella también era una niña tratando de sobrevivir.
Aunque buscaron ayuda por maltrato infantil del padrastro, la atención llegó después de la tragedia, un asesinato que se pudo haber evitado.
Ni el padre, ni el padrastro estuvieron presentes, Dolores enfrentó la presión de la sociedad, que la juzga y la señala.
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DIF municipal resguarda a los niños
Dolores López Chontal, abrazaba constante a sus dos hijos Monse y Gael, de 11 y 8 años de edad, sabía que le quedaba poco tiempo para estar con ellos.
Aunque la policía no asistió cuando Dolores suplicaba ayuda para buscar a su hijo desaparecido, estos elementos ahora si estaban al servicio de las autoridades y la vigilaban en el panteón, en caso de intentar llevarse a sus hijos.
Aún no se terminaba de sepultar a José Antonio, las autoridades del DIF municipal ejecutaron la orden, y los niños fueron arrebatados de los brazos de la madre.
Ahora que están vivos», declaró en rueda de prensa la presidenta del DIF Municipal, que exige justicia para «Toñito».
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