De último momento: diputada Iraís Reyes alza voz con un control de Xbox frente al impuesto a videojuegos con contenido fuerte

Ciudad de México, 17 de octubre del 2025

En una intervención sorpresiva y simbólica, la diputada Iraís Reyes apareció esta mañana en el pleno con un control de Xbox en la mano, y pronunció un contundente mensaje en contra del proyecto de impuesto propuesto para videojuegos con contenido fuerte.

Con voz firme y visiblemente indignada, la parlamentaria declaró:

“No a los impuestos absurdos, sí a combatir la violencia real.”“Como si jugar fuera un problema de salud pública, como si la violencia de este país viniera de las consolas de videojuegos y como si los gamers fueran delincuentes.”“Esto solo es una excusa para recaudar. No hay evidencia que demuestre que jugar videojuegos cause violencia real.”“Nadie se vuelve criminal por sobrevivir al Apocalipsis en The Last of Us.”“La ficción no produce delincuentes. La violencia la produce un Estado que ha normalizado la impunidad y que no ha cumplido con su deber de proteger a la gente.”“Si esto fuera real, países como Japón, Corea, que son los que más videojuegos consumen en el mundo, entonces ellos serían los más violentos.”

La diputada Reyes cuestionó que el impuesto —dirigido especialmente a títulos catalogados como de contenido violento— carezca de respaldo científico o estadístico. Señaló que la medida responde más a una estrategia tributaria que a una política pública destinada a prevenir conductas agresivas.

Su manifestación causó revuelo inmediato entre sus pares, quienes reaccionaron con aplausos y críticas por igual. Algunos diputados exigieron que Reyes presente estudios o denuncias formales que vinculen los videojuegos con violencia, mientras que otros refirieron que la medida busca proteger a sectores vulnerables de contenidos nocivos.

Hasta ahora, el proyecto de impuesto sigue en debate en las comisiones legislativas. La propuesta contempla gravar digitalmente los juegos con escenas explícitas de violencia, con una tarifa adicional a los títulos que sobrepasen ciertos estándares de “realismo violento”.

Con esta acción dramática, Reyes busca imprimir urgencia al debate y alertar sobre lo que califica como un riesgo de retroceso en la libertad cultural y de expresión:

“No podemos imponer sanciones arbitrarias a la creatividad, ni vilipendiar a una comunidad que no es culpable de los males sociales.”

Los próximos días serán clave para ver si la intervención de la diputada logra frenar o modificar el impuesto antes de que se vote en pleno.