Condenan a cadena perpetua a traficantes de personas por la muerte de 53 migrantes en Texas
- Grupo Interactivo TV
- 27 jun
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San Antonio, Texas, 27 de junio de 2025
Dos contrabandistas de personas fueron condenados a penas históricas tras ser hallados culpables por su participación en una de las peores tragedias migratorias registradas en Estados Unidos. El hecho ocurrió en junio de 2022, cuando 53 migrantes murieron asfixiados en el interior de un tráiler abandonado a las afueras de San Antonio, Texas.

Felipe Orduna-Torres, de 32 años, fue sentenciado este viernes a cadena perpetua y una multa de 250 mil dólares, mientras que Armando González-Ortega, alias El Don o Don Gon, de 55 años, recibió una condena de 83 años de prisión. Ambos fueron hallados culpables en marzo por un jurado federal por delitos relacionados con tráfico de personas con resultado de muerte.

“Estos criminales pasarán el resto de sus vidas en prisión por su cruel decisión de lucrarse a costa del sufrimiento humano”, sentenció la fiscal general Pamela Bondi.“Las sentencias de hoy son un mensaje contundente: no descansaremos hasta ver a todos los traficantes tras las rejas”.
El caso: una tragedia migratoria sin precedentes
Los hechos ocurrieron el 27 de junio de 2022, cuando 66 migrantes fueron hacinados dentro de un tráiler sin ventilación ni agua, mientras la temperatura exterior superaba los 100 grados Fahrenheit (38 °C). Según los testimonios presentados en el juicio, muchos migrantes arañaban desesperadamente las paredes del remolque, en un intento inútil por escapar del calor sofocante.

Cuando las autoridades encontraron el vehículo en San Antonio, 48 personas ya habían fallecido. Otros cinco murieron tras ser trasladados a hospitales. Entre las víctimas había seis menores de edad y una mujer embarazada.

Los migrantes provenían de México, Honduras, Guatemala y El Salvador, y habrían pagado entre 12 mil y 15 mil dólares cada uno para intentar cruzar a Estados Unidos.

Responsables, red criminal y consecuencias
Además de Orduna-Torres y González-Ortega, el caso involucra a una red de tráfico internacional. El supuesto cabecilla, Rigoberto Ramón Miranda-Orozco, fue extraditado desde Guatemala y enfrentará juicio en septiembre por conspiración y contrabando con resultado de muerte y lesiones.

Otros cinco implicados ya se declararon culpables y serán sentenciados este mismo año.

“A quienes trafican con personas: si hay un muerto, los condenarán por mucho, mucho tiempo”, advirtió el juez Orlando García al dictar la sentencia.
🔎 Un patrón de horror repetido
Esta tragedia no es aislada. En los últimos años, Estados Unidos ha sido escenario de otras muertes masivas por tráfico de migrantes:
En 2017, 10 personas murieron en un camión abandonado en un Walmart, también en San Antonio.
En 2003, se hallaron 19 cadáveres en un tráiler sofocante cerca del mismo sector.
Miles de migrantes han perdido la vida en su intento por cruzar la frontera sur, víctimas de redes criminales que los ven como mercancía y no como seres humanos.

Voces del dolor
Durante el juicio, se leyeron impactantes declaraciones de familiares de las víctimas. Una de ellas fue la de Marcos Antonio Velasco, padre de un joven de 18 años que murió en el tráiler:
“Es el mayor dolor de mi vida... Nunca desaparecerá. Es como si yo hubiera muerto también, aunque siga respirando”.
Sin duda alguna, esta sentencia marca un hito en la lucha contra las redes de tráfico de personas y refuerza el llamado a fortalecer las políticas migratorias, de protección humanitaria y de prevención del crimen trasnacional.










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